sábado, 9 de junio de 2012

Una noche a tu lado


 

   Su cabello caía desordenado sobre el peluche que usaba como almohada, su rostro descansaba sobre sus manos, la contemplaba tranquilo, con vehemencia, memorizando cada fracción de aquel rostro que, sin saber como, se empezaba a robar sus sueños y a colar entre pensamientos. una idea cruzo su mente al verla sonreír entre sueños, saco el pequeño Ipod de la bolsa de sus pijamas, asegurandoce de no despertar a nadie en el campamento, bajo la luz y quito el sonido para poner la cámara del peque@o aparato, tomo 1, tomo 2.. una mas perfecta a la otra, movió un poco la mano de su ahora musa y tomo otras tantas antes de que Sara se moviera incomoda en su lugar,guardo su Ipod lo mas rápido que pudo, y lentamente, cual flor en primavera, despertó, sus ojos chocolate chocaron con el verde de los suyos .

-que haces aquí?-
-Me corrieron de mi carpa y como soy el único despierto quise hacerte una broma-

   Alan soltó lo primero que paso por su mente, la chica se dio cuenta y rió al tiempo que se tapaba mejor con su cobija, ignoro el ultimo comentario y se hiso a un lado dejando un espacio en la colcha donde dormía, con un deje de bostezo le ofreció dormir con ella, y sus amigas, para que no pasara la noche "solo", aun así, el no acepto y se paro de inmediato mirándola directo al mar de chocolate que brindaban sus ojos, ella volvió a reír.

-bueno ahí hay un sleeping bag y una almohada, puedes ponerla aquí- dijo señalando su lado vació- o donde quieras.
  Alan percibió el deje de pena que invadió a la muchacha al ver que, torpe e inocentemente, se delataba y no evito sonreír.
-De acuerdo-

   Opto por recostarce a su lado, al final de cuentas el habia ido ahi para mirarla y tratar de conciliar un poco el sueño que le había robado, y ella no parecía tener problemas con ello.
   Poco a poco Sara  volvía a su sueño, al contrario de Alan, quien solo observaba su espalda y cabello percatandoce de la pequeña figura que tenia. En un impulso que no alcanzo a razonar rodeo su braso en la cintura de su inexplicable amada, entre sueños lo sintió y, al igual que el, se llevo por su impulso, acercandoce para ser mejor abrasada, su voz somo lejana pero dulce como siempre.

-Perdón, no quería despertarte- Susurro tranquilo en el oído de la joven, ella rió, y ante el acto de querer soltarla entrelazo sus dedos con los de su fuerte mano, alan sonrió, y solo entonces vio lo grave que seria si alguien los encontraba asi.

-Podrían sacarnos- susurro mas para si mismo que para ambos, ello lo escucho, también lo sabia, pero no le importo, se giro en su abraso y se pego a su pecho, lo rodeo por la cintura y recargo su pie junto al de el. dejo de preocuparse entonces por como pensaran los maestros a cargo, le beso la frente y durmió abrasándola, por fin conciliaba el sueño que había estado buscando, y le agradaba.

...
   Alan apago el aparato antes de despertar a otra persona, Sara no quería despertar, estaba temerosa a que la noche anterior fuese solo un sueño.
-pequeña, despierta, nos van a descubrir- Supo entonces, al oir su voz segura, que todo había sido real.

   No supo en que momento se había abrasado mas fuerte a el, agradeciendo mentalmente que la protegiera y sonriendo sin darse cuenta. Alan también la abraso y rió lo mas bajo que pudo, ella correspondía su amor, ya no tenia dudas de ello.

-Anda, recogamos las cobijas, tenemos tiempo-
   Muy a su pesar Sara se levanto, y junto a alan, recogieron como el había propuesto. El intento besarla varias veces mientras recogían pero, hábilmente, Sara lo esquivaba, pensó que era el o el destino que no dejaban que probara sus labios, pero desistio a esa idea cuando, de alguna manera, sara se tropezó con el enorme oso de peluche que había sido su almohada, hábilmente Alan la había tomado por la cintura pegándola a el, provocando que sis pequeñas manos terminaran posadas en sus anchos hombros, su delicado rostro giro parar con lo que había tropezado, el se perdió en su rostro e intento mirar sus ojos, cuando estos se toparon, el corazón de ambos amenazo con salirse de sus cuerpos, poco a poco Alan, se acerco a ella, paso la mano que sujetaba su espalda a su rostro, solo para volver a sentir la suavidad de sus mejillas, ella sonrió de medio lado y bajo la mirada, intentando ocultar el rubor de su rostro, un dedo paro en su mentón para volver a mirar sus ojos soñadores, se acerco mas y justo antes de que sus labios se gustaran sara interpuso su mano, el la miro incrédulo, estaba seguro que compartían sus sentimientos, y lo hacían, pero no entendía la reacción de la chica, no lo dejaba besarla, y, ademas de preocuparle, le enfurecía y entristecía al mismo tiempo.

-que pasa?- de nuevo la sujetaba para evitar que se alejara
-no me he lavado los dientes-

   Ella hablaba como si fuera lo mas obvio del mundo, sin embargo a el le molestaba su inocente excusa, pero al mismo tiempo le provocaba un vuelco al corazón, la soltó y fue a su carpa a recoger su cepillo, no sin antes decirle que la acompañaba.
   Los baños estaban separados por unas escaleras, alan paro en el baño de chicos, sin soltar su pequeña mano.

-aquí te espero si?-
-ok, ahora bajo- sara intento irse pero el, de nuevo, la jalo hacia su pecho.
-ni uno pequeñito de buenos días?-
-no, cuando me lave los dientes-

   se soltó de su agarre y subió corriendo las escaleras, hiso lo que devia y se lavo los dientes saliendo lo mas rápido que pudo. Alan espero a la salida del baño, al ver que tardaba tanto deicidio subir a buscarla, y al girar choco con ella, quedaron de la misma manera que en la mañana, con la pequeña diferencia de que ahora se encontraba 2 escalones mas abajo de ella, tenia la vista perfecta de su vientre para arriva, su risa, alegre como siempre, lo hiso mirarla a los ojos, ella se apoyo de peso completo, contra el, abrasándolo por el cuello, Alan la sostuvo sin problemas, era fuerte, ambos rieron.

-ahora puedo besarte?-
-los besos no se piden, se dan!-

El lo tomo como un si, estiro el cuello para, por primera vez, besar sus labios rosas.
   El campamento lo terminaron rápido, y a sorpresa de algunos, ellos lo pasaron juntos, tomados de la mano. Alan acompaño a sara a su casa y la abraso por la espalda en las ultimas cuadras, se rehusaba a separarse de ella.

-ven a la noche si quieres-
-me abres la ventana a las 10, te amo pequeña-

   ella había notado su apego, y muy en el fondo... tampoco quería alejarse ♥

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